Mi peor enemigo vive dentro de mi.
Tiene su habitación instalada en mi cerebro.
A veces despierta muy temprano,
a las tres de la mañana ,
y camina por su cocina
que se encuentra en mi corazón .
Se sienta en el desayunador
mientras escucha Mars de Holst.
En ocasiones espera al amanecer
y sale a su terraza,
en mi pecho,
estira los brazos
y da un gran respiro
que termina por contener el mío.
Después se anda por los corredores,
mis brazos,
y comienza su rutina de maratón;
se arroja en la piscina
contenida sobre mis manos,
entra con un clavado
que sacude toda el agua y crea olas.
Todo se escurre.
Vive cual fuera dueño de todo.
Va y planta hortalizas
sobre los campos de mis piernas.
Se queda mirando al sol
quieto,
inmóvil,
esperando a que las raíces crezcan.
Olvida que tan sólo es un huésped más,
en cualquier momento
el alquiler deberá pagar .
Porque aunque quiera
no lo puedo echar:
somos simbiontes en esta tierra.
Qué ganas de tomar un revólver
y rezarle a los ojos
para que los dos nos volvamos eco.
AnnyChemy
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