Crónica de un confundido

Salgo a la calle y no siento mis pies
es como si volara sobre el asfalto
Mis ojos rodean y no quiero ver;
siempre triste, siempre vano, siempre falto.

Me equivoqué. Un gran error que no solucioné.
¿Qué hago si no te veo?
¿Qué hago si no te siento?

En un minuto tus piernas se llevaron mi alma.
Me di cuenta que tú eres quien ahora gana.
Más vacío en todos lugares; no me encuentro.
Y me quedé así, sin mi y sin ti muy dentro


Mis problemas te hirieron, lo sé;
no quise hacerlo ¿Qué no ves?
Me tienes aquí comiendo del propio veneno,
que tu partida le trajo a mi infierno.

Me enredas entre más te alejas;
pero no es negro mi cielo ahora que me dejas.
Me pregunto si recuerdas el eco del silencio.
Me pregunto si aún me buscas entre las nubes de tu desprecio.

Tú sabías lo que a mi vida traías bebé.
La bondad de tus ojos hipnotizó mi ser
Tu alma, el fruto prohibido que jamás olvidaré.

No sé en dónde buscarte;
quizá, tal vez, no quiero encontrarte.
El mundo que conozco es más gris sin ti,
pero si vuelves la oscuridad regresa a mi.

Mis problemas te llevaron a la cueva sin salida, lo sé.
Tus problemas me llevaron a la eterna oscuridad, ya vez
Pero yo te buscaré para no encontrarte, en tu mundo dejarte.
No te preguntes por qué no quiero hallarte;
tú sabes, yo quería amarte.
Dejé mi vida para enamorarte y me dejaste sin mi mejor parte.
Mi corazón se secó por besarte.
Ahora "ilumina" la mente de alguien más
que en la mía tal vez ya no te quiera jamás.

Vendo almas

Yo me siento bien, puedo oler el invierno.

Viajo junto al ave casanova que rompe con sus alas el viento

Tú sabes lo que es perderte en el tiempo,

pero no lo conoces sintiendo,

tocando los cuerpos etereos

saboreando la miel del narcótico intento.

Vendo almas para las mentes rotas

Vendo almas para los que quieren vivir

vendo almas para los que quieren sentir

Vendo almas, no las traje del infierno

vienen del lugar de la supernova, que sin intenso fulgor va muriendo.

Aquí tocan tus pies nebulosas

y el agua te cuenta las penas del mundo.

Un gato se ríe de cómo se revuelven las notas

y el sin ojos no controla al mudo.

Tú no conoces las melodías que no son cantadas;

te vendo un alma para escucharlas.

No tiene precio, solo un beso.

Te vendo un alma, estarás en calma;

tus letras no se perderán en el abismo,

la gente y el libre albedrío.

*Anny*

Sueña

Sueña

La nube que tus ojos yace sin luz

te encamina sin sentido, sin razón

al lugar donde el ave  no vuela sin cruz;

al jardín del “no te odio”, del amanecer sin danzon:

donde la lluvia, que jamás moja, emerge sin pasión.

Quítate la venda y ven a dormir;

sueña que tu alma a tu corazón puede regir;

sueña que tus palabras no se extinguen;

sueña que las personas de tu mundo no fingen.

Corre, donde los campos se infestan de flores

y bailemos con los quetzales de colores.

Vamos al lugar donde mueren los traidores,

donde no se persiguen los amores.

No te aseguro regresar y mentir tu muerte

porque es lo que desea la gente

No mires atrás, este no es el final;

aquí no prohíbe tu cuerpo un “divinal”

Desnuda tu mente y come savia de mis labios si deseas;

Aquí la eternidad existe entre camas y fresas

Ven conmigo al lugar donde mueren los traidores,

donde jamás fallecen los amores.

*Anny*

Que suerte

Que suerte tener un cerebro dormido.
Que suerte no haber nacido.
Que suerte la manta de tus ojos.
Que suerte seguir a los rojos.

Que suerte tener trabajo.
Que suerte no ser los de abajo.
Que suerte tu despensa.
Que suerte no ser de prensa.

Que suerte la desinformación.
Que suerte no estar en acción.
Que suerte no unirte al contingente;
que suerte, ciudadano, ahí está tu muerte.

Que suerte no haberte encontrado
entre el tumulto del abismo asegurado.
Que suerte ser tú,
que aún sigues el medio común.

Que suerte tus aires, ¡conformista!
Que suerte no estar en la lista.

Que suerte, que "tu suerte" te dure la infinidad,
que jamás necesites luz en tu oscuridad.

Yo escribo envidiando tu suerte
y la flaqueza de tu mente.
Yo escribo "que suerte" paisano
porque el éxito jamás lo tendrás arrizado.

*Anny*

Mi madre

Recuerdo cuando tenía 5 años y mamá decía que no me dejaría ver televisión; ella comentaba a diario que esa caja lo único que producía era cerebros muertos.

Cuando ingresé a la escuela primaria, me sentaba a pensar si los niños que asistían al salón de clases veían televisión o su madre los ponía a leer a Mafalda, las obras de Oscar Wilde o a la décima musa,  al igual que la mía. No era de esperarse que, al asistir a una escuela pública en donde un amplio sector de la población carece de información, todos los niños fueran lectores cultivados.

Como es natural, la mayor parte de las cosas que leía de aquella obra de Quino o de la décima musa aún no las comprendía, pero siempre estaba quien me respondiera y diera una explicación a cuenta gotas: mi madre.

Si es culpa de alguien mi espíritu aventurero, literario, científico y revolucionario, aquella mujer se adjudica todas las respuestas. Como aquel día de mi onceavo cumpleaños cuando decidí convertirme en científica.

Miedo

Miedo de salir a trabajar, sientes que no puedes respirar.
Y si volteas a mirar, ni a la escuela vuelves a regresar.
En el metro, en la calle, en el microbús.
Siempre es el mismo pinche buzz.
Ya no sabes ni qué hacer, no sabes ni para donde mover
tus piezas que en este juego siempre terminarán en el fuego

Los medios han dejado todo el bien de lado,
¿qué hacemos si tú papá se fue de mojado?
Si tu hermano no encuentra trabajo;
ni modo nos tocó ser los de abajo

Si de política hablamos, primero por la educación nos preocupamos.
Que los niños son el futuro de nuestra cultura,
dejemos que aprendan con soltura.

Si ya no sabes ni qué hacer, si no sabes ni para donde mover
tus piezas que en este juego siempre terminarán en el fuego;
todos juntos vamos, recuerda que este es tu pueblo.
¡Arriba! ¡Levántate! Haz más por este sitio
y deja de tomar litio.

Pueblo

El miedo no nos controlará.
A la victoria, juntos vamos a llegar.
¡Pueblo!, ¡en acción nos hallará!,
el monstruo que quiere las almas callar.

Cansados estamos de la burocracia
y la ambición que a unos cuantos agracia.
Únete ¿Qué haremos con esto?
¡Viva la libertad de nuestro pueblo honesto!
Ven, tu pueblo te aclama.
La esperanza no muere, aunque en la represión descansa, mi alma incauta se mueve.

Nuestra ideología es la respuesta
a la esclavitud de mentes impuesta,
que nuestra segura revolución apuesta.

Déjame llevar ante tus ojos la cura del cáncer de olvido.
Mi canto es por ti pueblo, ¡Ey!, ¡culero!, no te quedes dormido.