Sin ti

Las once en punto marcan las manecillas,
una hora falta para que el hoy sea mañana.
Me bebo lentamente el café
para absorber las quisquillosas letras
en mi cabeza, que sin ti plana
y contigo tan loca.

A sesenta minutos de comenzar
el cuento de un día sin ti,
porque la historia la escribo
estando cada día a tu lado
en el mundo que sólo aprendo contigo, aquí.

¡No sé detener lo que siento!
No comprendo el amancer
y no entiendo el anochecer.
¿Qué le hiciste a la sombra
testaruda que gozaba la soledad en mi universo?
¿A qué lugar mandaste a la bruja de los sueños rotos?
Te tragaste los fantasmas, mi diablo,
y los sustituiste por estrellas
que agrupadas me invaden con su brillo:
la constelación tintineante del amor infinito.

Solamente mil doscientos segundos pasaron
desde que comencé a escribirlo,
¿ves como hasta el tiempo sin ti es lento?
Lento como mis pasos,
lento como mis gestos;
ambiguo como las sonrisas que tú no provocas,
absurdo como las palabras al despertar sin ti.

Yo te lo advertí,
el amarte me haría desear
lo que para el mundo, incapaz de amar, es imposible.
No un día ni dos,
quiero los años, las vidas, las almas y la eternidad.
Porque ¡oh, hombre! Cada instante,
lo que más anhelo, es el camino recorrer y saberlo nuestro,
juntos, tú y yo, sin desprendernos.

*Anny*