Canvas of Life

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La vida hace de nosotros lo que somos, en un instante imprevisible.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Para los traumados


¿Qué es un trauma? El trauma físico está vinculado a una herida que sufre el cuerpo, háblese de una fractura, fisura en la piel, moretón, etc., en fin, las ochocientasmil maneras de lastimar la piel y los huesos. Nunca he presenciado algún trauma físico, los moretones a cuentas de veintemil, a lo largo de mi vida, podrían contribuir al concepto, sin embargo, lo mío entra en la segunda vertiente de trauma. "Estoy traumada goey".

El trauma psicológico se define como una emoción negativa y duradera, que continuamente arriesga el equilibrio y bienestar de una persona; entonces, si digo que estoy traumada, significa que tiendo al desequilibrio y provoco mi propio descontento ¿lo incito yo o los traumas? ¡Pinches emociones! Parecen las olas del mar en marea alta, bajo la tormenta. Debí haberme muerto cuando nací, que pinche flojera haber crecido a base de golpes, no físicos, sino de aquellos moretones y lesiones que no se curan con mertiolate, etanol o pomaditas: "Sóbese uste' el alma tres veces al día con pomada de la campana y échese limón con sal pa' que le arda hasta la coronilla. Después de veinte días estará como nueva". Si existiera una receta para curarse las huellas que dejan los pasos de las ofensas, agravios, ultrajes y pesares, seguramente no existirían centros comerciales por montones, y habría menos covers de Creep de Radiohead y más niños felices en el mundo. 

"Estoy jodida, me quiero mucho y los quiero mucho, pero ¡adiós!, me voy dejando la carta suicida y un frasco viejo de metanfetaminas, junto a la rehusada jeringa compañera de mis dosis de heroína" ¿Cuántas veces lo he imaginado? ¡Ja! No me preguntes eso, que me levanto a diario odiándome por haberle mentido a mi razón y haber jugado con mi cerebro. Me odio, mas no me arrepiento de la juana and stuff like that. Nadie me quita lo bailada y también haber danzado unos cuantos tangos hasta la chingada, caminando como zombie entre los pasillos sin ver. Me divertí bailando la manzanilla un rato, pero no fui feliz.

Ayer observé las fotografías con mi carita bonita de hace dos años, una muñequita sacada de una cajita de cristal. Después recordé mi rostro al espejo y devolví la mirada a la fotografía, - No soy yo, o no he vuelto a serlo - concluí. Parezco un caminante muerto en vida, con los cabellos secos y las ojeras hasta el piso. Te preguntarás por qué me quejo de cómo me veo, pero a cada día replico el mismo cantar, el mismo pseudopoema pendejo:

Conspirando el último aliento,
a veces con el aparecer del sol,
otras cuando el ocaso llega a su fin
y entra el anochecer por las ventanas de mi conciencia.
Gris en el recuerdo de las huellas
que persiguen el discernimiento,
fingiendo demencia ante el fuego atroz
que incendia mis ganas de volver y
despejar los fantasmas de mi tierra,
que como niebla cubren sus islas.

El recuerdo del coche sin freno
en la empinada montaña rusa,
acelerando con prisa sin un rumbo al cual arrivar.
Me estrellé de frente contra el muro de la verdad
olvidando el yo, el tiempo y el lugar.
Mis ojos ya no eran míos, dejaron de mirar,
le pertenecían al abismo.
Un profundo laberinto oscuro y lastimoso,
ansiosa soledad que me tomaba entre sus cadenas
sin dejarme respirar.

Sola, sin auto, sin freno, con miedo.
Un alma rastrera, espíritu de mierda
¿Que no me daba cuenta? 
Lo entendía, pero no lo hacía.
Una vela encendida que jamás se apagaba,
lentamente al compás de las horas perdidas se consumía.
Se largó la esperanza y la fe,
mientras corría la razón como Llorona entre calles
anunciando su presencia,
pero sabes que mi cerebro adormecido lo olvidaba.
¿Cómo querías que actuara?
Quería largarme al lugar de nada y nadie,
donde no sé quién estaría esperándome
para sucidarse conmigo a la par
sin darle cuentas a nadie.

Imaginaba la aguja penetrando la savia en mis venas,
corriéndola por el flujo sanguíneo
hasta llegar al centro del todo,
acelerando su movimiento y al mismo tiempo
sananado cada momento, cada aliento.
Lo vislumbré y desee tanto,
que ahora que han vuelto mis ganas de ser
me entra el miedo hasta los huesos
imponiendo sobre el camino la telaraña,
en la que ya no estoy en medio.

Si, ahora estoy a salvo, con gracias y maromas pero todo bien. Como dicen los de Coldplay en Trouble del albúm Parachutes:

"Oh no, what's this?
A spider web and I'm caught in the middle
So I turn to run
And thought of all the stupid things I'd done""

¿Ya ves? Las pendejadas que hice me tenían así, además de las circunstancias que, como ya sabes, infundaron el deseo de desaparecer, largarme, incendiarme con leña verde o colgarme del palo más alto (sin albur). Estaba, mas no me sentía, no era yo, quien sabe en qué puto momento se largó mi alma y me dejó ahí vacía, a lo que yo decía: "I need some lovin' like a body needs a soul", como el Iggy Pop en Isolation. 

Quería irme como siempre, rápido. Sigilosamente me aventaba al "puta madre, a la verga el mundo", y como tarada me ponía a llorar y recordaba otra vez al Iggy: 

"I need some lovin' like an inmate needs a dime
I need some lovin' like a poet needs a rhyme
Here I stand in isolation
My empty hands in isolation"

Si sabía muy bien lo que quería y a dónde iba, pero no quería aceptarlo. Necesitaba algo, y como te dije un día, cuando me identifiqué con una novela de Xavier Velasco "I need some lovin' like a fastball needs control" ¿ahora comprendes? Y ¡No me empieces a regañar que aún no termina el poema! ¿No lo quieres leer?

El amor es mi incentivo y la lucha mi camino,
a diario lo repito pero en el espejo me digo:
"Me he cansado de caer y azotar mi cráneo
contra el suelo, quedando a la deriva sin saber
lo que tendré que hacer para levantarme otra vez
y dejar que mis alas recuperen su fuerza,
al igual que la cordura mi cabeza".

Si golpean otra vez mi pecho, no lo podré soportar,
estoy débil, ya lo sabrás.
Te dije un día "Sé lo que quiero y a donde voy"
también "Creo en el amor, no me niego",
a todo esto me arriesgo
porque quiero morir en el intento, en el acecho.
Y digo morir porque no podré aguantar una herida más,
ya no soy tan fuerte.

Me dirás que si y "que no sé qué",
pero  yo no he perdonado mis injurias
ni el daño a mi cuerpo.
Necesito colgar los arrebatos 
para luego al aire quemarlos.
Debo absolver mi alma y mi mente de todo pensamiento ausente,
¿quieres ayudarme? 
Te dejaré hacerme, llevarme, traerme....
porque contigo puedo elevarme
y sentir mis alas que nuevamente
renacen como el Fénix.

"Dame la muerte chiquita, dame la muerte pequeña, que así tal vez en sus brazos alcanzaré gracia plena" como los tacubos la pedía a gritos, pero ahora prefiero esperarme. Aunque a veces sientas que me desvanezco entre mi pensar ¡no te asustes!, que lo que quiero ahora es nunca dejarte. No creas que por ti estoy viva, ya había revivido antes. Me levanté como Gokú de entre los muertos gracias a las esferitas del dragón que juntaron los seres que me quieren, y también gracias a que me sacudí el polvo y me enfoqué. Imagínate lo que quieras, pero ya estoy aquí dispuesta a salir y caminar contigo de la mano, porque si hay algo que deseo profundamente es sentirme completa.

*Anny*

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