En mi piel llevo tu nombre
grabado con alfileres,
poro a poro
letra que desgarra el tegumento
con tinta ajena al tiempo.
La huella de tus entrañas
con sangre pinta las venas,
que no son mías, de los dos,
aquello con lo que respiro, bebo,
degusto, miro, toco, pienso,
sobrevivo, es de dos.
Me brota el agua y la bebes,
la extingues y vuelve a nacer.
Las semillas flotan en los lagos del cosmos.
Disipas los suspiros
y agrandas el estigma tuyo, nuestro,
dispuesto a consumirme entre las llagas,
mientras la bruma corre por el reloj
y exceden los destellos
para decirme "buenos días sol".
Otra vez escribo para ti.....
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