Soy como el ave
que quiere nadar bajo el río
cada vez que te miro
y converso contigo.
Un plúmbeo ambiente me rodea,
como sogas,
devolviendo ante ti
atónita mi figura:
suspendida por la mesura.
Arrebatando mis manos
de lo que es mío,
ahogando la expresión,
conteniendo en mis cuerdas bucales,
en mi pecho,
en mi estómago,
las ganas que tengo
de exclamarte:
¡Te amo!
¡Te amo desde que el reloj se hizo arena!.
*Anny*
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