He rescatado aquél discurso y se los muestro a continuación:
DESPEDIDA ESCOLAR
Hace tres años, tuvimos que tomar la decisión de escoger
una institución de formación media superior, la cual adoptaría los valores que
serían parte inherente de nosotros y que regiría nuestras decisiones de
aprendizaje en nuestra etapa de estudiantes.
El elegir a la Preparatoria Anexa a la Normal de los
Reyes Acaquilpan, como promotora del conocimiento, significaba una propuesta
nueva y fresca, para una formación sólida e íntegra con un fin, en esencia, de
despertar las conciencias, de abrir el apetito ante las distintas disciplinas
de tal manera que logremos permitir el desarrollo de estudios más profundos e
instaurar como estandarte de nuestro quehacer diario la reflexión crítica, la
responsabilidad, el trabajo minucioso y metódico.
Para lo cual hemos perseguido siempre acercar la
institución a nuestros intereses, capturando un conjunto de habilidades a pesar
de que su adquisición han costado mayores esfuerzos y preocupaciones, tales
como pasadas noches en vela o angustias por el enigma de una prueba final; no
obstante, las capacidades nuevas que adquirimos, no hubiesen sido capaz de
absorberse sin aquellos humanos que promovieron una mayor aplicación a lo largo
de nuestra formación, nos condujeron al conocimiento y apoyaron en todos los
aspectos laborales; toda la gente capaz, dedicada a su trabajo en cada uno de
sus niveles: comunidad docente, administrativa, directiva y todas las personas
que buscan siempre la seguridad del plantel.
Del mismo modo debemos una eterna evocación hacia las
personas que nos han socorrido económica y/o moralmente dentro de nuestra
formación, que contribuyen al diálogo entre diferencias para que nosotros
agrandemos las experiencias para comprender la historia de la vida, asimilar
los sueños y las desilusiones, conllevándonos a lograr nuestros proyectos
personales, inspirando nuestro ser para volvernos individuos auténticos. Aquellas personas que han compartido nuestro
crecimiento humano, además de aportar valores suficientes para el desarrollo de
nuestra personalidad, para que seamos capaces de caminar con soltura por los
senderos de la libertad, descubriendo nuevos caminos y comprobando en cada
aventura que tenemos virtudes pero también limitaciones, y que lo esencial es
aceptarse a sí mismos.
Pero la libertad que poseemos, de pensamiento, de acción,
no debe encaminarse a infringir a nosotros mismos o hacia los demás, olvidando
los valores que son eje principal de nuestras acciones, sino debemos comprender
que esto ayudará a conducirnos a elegir
lo que en verdad queremos ser y hacer, creando el ideal que deseamos seguir,
del cual consigamos un éxito eterno, y no atarnos en las metas a corto fin, que
sólo producen una sensación de bienestar momentáneamente, hay que dirigirnos a
una idea trascendental.
Por otro lado, el ideal que nos planteemos, debe
enfrentarse a la realidad social de nuestro México y el mundo, encontrando en
la larga travesía de su cumplimiento también distintos obstáculos, por supuesto
que habrá sufrimientos, pero tenemos que convertirnos en humanos nuevos
dispuestos a crear un nuevo país y por qué no, un nuevo mundo, una
reconstrucción del estado desde sus mismas bases, un rediseño de la economía
que atienda a todos los sectores, un verdadero sentido y función de la
justicia, pues somos nosotros los jóvenes, quienes poseemos en las manos el
cambio de un sistema controlador, somos quienes con coraje afrontaremos
posteriores encuentros siempre buscando un bienestar, pero sepamos que la
propia felicidad está condicionada a la de nuestros semejantes, pues no hay
éxitos sin que halla posibilidades para todos.
Aconsejemos que nunca hay que entrar en el camino del
materialismo, la ambición desmedida, la búsqueda del éxito a cualquier precio,
la vanagloria...... pues estaremos siguiendo los pasos del egoísmo como un ser
recto e insensible, ganando la propia destrucción del alma, y no conseguiremos
más que apatía.
Por tanto, hay que adoptar un pensamiento revolucionario,
haciendo a un lado la monotonía, abriendo paso hacia nuevas mentes, no refiriéndose
a trasnochar o infringir contra los demás sino intentando cambiar nuestro
futuro a partir de la lucha resistente a la creciente deshumanización, pese a
los múltiples reveses éticos e intelectuales, a las abundantes pruebas del
deterioro o relajamiento masivo de recursos y bellezas naturales que forman
parte del lugar donde habitamos e incluso de nosotros mismos ya que sin ellos
no existiría la sobre vivencia; podemos alentar la esperanza de salvar nuestra
sociedad mientras existan esos pensamientos subversivos en nuestro medio, pues
ciertamente ni el socialismo ni el comunismo serán el paraíso, pero dada la
sociedad existente, no por ello deja de ser necesario, valioso y deseable: una
idea por la que se puede y debe luchar.
Sinceramente, es muy buen discurso, tuve que leer varias veces algunas frases para entenderles.
ResponderEliminarSorprendido por el nivel de léxico que manejabas a los 16 años. :)
Gracias Rafa, lo que nadie sabe es que era un gran hobbie para mi, y digo "era" porque me llevé una gran decepción.
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