El tiempo, como un río en calma,
pasa dentro de las sábanas de tu cama.
En tu piel se encuentran mis armas
que han caído sobre tu espalda,
afiladas se clavan hasta llegar a tu alma.
Despojada ya de mi,
sólo soy lo que podría no ser en ti.
Me arrastras hasta tus aguas
claras como un cielo en invierno.
Me aíslas en una jaula de terciopelo
teñida por el consuelo de tus dedos,
que conocen cada punto
de lo que te pertenece por derecho
desde que se formó el Universo.
Soy de ti, como de la luna es el mar
Eres de mi, como de la luna es el sol para brillar
A veces me disperso
pero regreso y recuerdo
que soy de ti
que a las millas te pertenezco.
Entre tu sombra me libero
porque soy yo y también no lo soy.
*Anny*
No hay comentarios:
Publicar un comentario