¿Cuántas putadas tiene uno que
aguantar para llegar “al centro de una tutsi-pop”?
Es que “chuparse el dulce” tiene
todo un rock and roll.
La llevas bailando, a veces resbalando
pero al final de cuentas ¿sabes quién
te está mirando?
Nadie, solo te encuentras, andando.
Cavilas, como yo, sin claudicar,
al fin de cuentas algún día se va a
acabar.
Leo, escribo, analizo, me fijo en el
punto
y digo ¿Qué le hago al asunto?
No me enfrasco, ni me clavo,
de mis manos la suciedad me lavo
y luego la arrojo, la despojo
como basura, de la que se degrada
rápido con el tiempo.
Entonces, mientras las matemáticas
me invaden la mente
y la física me mantiene al temple,
la subjetividad invade mi inconsciente
¿Cómo le hago frente?
Si es innato, insensato, barato;
en la línea del “si-no” camina de
puntillas el gato.
No es que mi objetividad esté
desfalleciendo,
soy humano ¿me vas entendiendo?
Existo, pienso, siento,
y no digo como los otros “namás'
porque respiro estoy viviendo”
“Aunque el hielo no quiera ante el
calor sublima”,
¡jaja! Me da risa, hasta todo rima.
Mis ganas las mantiene la razón,
mientras las putadas las tiene el
pinche corazón;
sabes que el sistema límbico es el
culpable
pero se lo atribuyes a las
palpitaciones del “en momentos indeseable”.
Y no sé si como yo, tú también las
tengas,
aquellas preguntas sin respuestas:
de la ciencia, la poesía, la música
del camino, del destino, del amor, del
“libre albedrío”
¿Pero qué hago ante tal sutileza?
Me envuelve, me estresa,
pero no por eso me hago tiesa,
no estoy muerta.
Y sigamos con las putadas,
a veces sientes que te traen el alma
amarrada
pero ¡no! Si pones mucha atención
son éstas la motivación
de “darle duro” y ponerte en
acción.
Por eso, por eso, “que no te apendeje
el momento”
mejor ve agarrando lo que más te
sirva,
como las cajitas de cartón recicladas,
nomás' pa' que sigas aprendiendo
y no te quedes parado, estancado....
Que todo tiene un “¿por qué? ¿para
qué?”
ni hoy, ni mañana, ni la semana que
viene sabrás lo que es
pero te aseguro, que sí existe un para
quién;
el quién eres tú en tu andén, así
como yo en mi tren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario